Una Compañía de Adultos

Uno de los grandes problemas de la vida laboral (y la vida, en general) es que las figuras de autoridad (jefes, padres, profesores, etc.) a menudo se comunican de maneras totalmente contraproducentes con las personas que tienen bajo su responsabilidad.

De hecho, muchas organizaciones manifiestan que desean estimular la responsabilidad y el accountability entre sus colaboradores, pero se niegan a tratarlos como adultos responsables.

Hace ya muchos años, Eric Berne, uno de los grandes psicoterapeutas del siglo XX, creó el Análisis Transaccional, para entender e ilustrar las relaciones entre las personas.

La teoría de Berne considera que, conceptualmente, en cada persona hay, en realidad, tres personas o roles, que interactúan en la relación interpersonal, de formas que solo a veces son productivas o constructivas.

Según el Análisis Transaccional, cada persona puede comunicarse desde un rol de "Padre" (Parent, en inglés), que es la comunicación más autoritaria, desde un rol de Adulto, que representa la comunicación más constructiva e igualitaria o desde un rol de Niño (Child, en inglés), que es una comunicación sumisa, donde la persona renuncia a su poder natural y lo entrega al otro.

Al analizar las interacciones entre las personas, por ejemplo al interior de los equipos, vemos muy a menudo que los "líderes" en realidad tienden a establecer relaciones Padre-Hijo, donde ellos tienen el poder, la razón y la capacidad para castigar y el subordinado simplemente tiene que acatar y ejecutar sus órdenes.

De hecho, no es poco común escuchar a los líderes de las organizaciones argumentar que esto es necesario porque los colaboradores no tienen la capacidad para entender lo que se les está diciendo, por lo que hay que sobresimplificarlo y no dejar ningún espacio para dudas u opiniones diferentes.

Pero, perdemos enormes oportunidades cuando no tratamos a las personas como adultos y no establecemos relaciones Adulto-Adulto con nuestros colaboradores. Ellos, muy a menudo, tienen un conocimiento más acabado de lo que está sucediendo en "la trinchera" donde se interactúa con los distintos stakeholders de la organización (clientes, proveedores, etc.).

La investigación y experiencia, consistentemente, muestran que las organizaciones más ágiles y efectivas, así como los mejores líderes, estimulan relaciones de respeto mutuo entre todos sus integrantes, reduciendo la distancia entre las posiciones de mayor autoridad y las personas que más conocen del detalle diario del trabajo.